Bueno, ¿y?

La comunicación de masas ha explotado, y lo que no falta hoy por hoy son fuentes.
Así, el lector se puede preguntar ¿y por qué hacer caso a esta fuente en particular? Buena pregunta. ¿Qué hace de este espacio algo especial?
Nada, le respondo. No soy más especial que otros periodistas o fuentes, pero mi punto de vista concreto puede llegar a resultar interesante para algunos.
– «¿Y qué razones puede el autor darme para ganarme como lector?»
Razones, dices.
En cierta ocasión, los productores de Howard Stern, preocupados por las polémicas que este causaba, preguntaron a sus oyentes si les gustaba el programa y que razones tenían para oírlo. El propio Stern relata en su autobiografía el momento de presentar los resultados:

Analista: El oyente medio nos escucha durante dieciocho minutos. El oyente medio fan de Howard Stern le escucha… ¿estás listo para esto? Una hora y veinte minutos
John Hayes (Director gerente de la emisora WNBC): ¿Cómo puede ser?
Analista: ¿La respuesta más común? “Quiero saber que dirá después”
J. Hayes: Ok, bien. Pero ¿y la gente que odia a Stern?
Analista: Bien visto. El oyente medio que odia a Stern le escucha durante dos horas y media al día.
J. Hayes: Pero… Si le odian, ¿por qué le escuchan?
Analista: ¿La respuesta más común? “Quiero saber que dirá después”

Me pedís razones. Y a mí se me ocurren muchas. Algunas a favor y otras en contra. Desde que te hace gracia lo que aquí se publica hasta que puede que a veces tenga razón. Desde que no echan nada en la tele hasta que no te interesa para nada el mundo que del que aquí se habla.
Hay tantas razones como lectores y cada uno de los que aquí entren hará un uso diferente de este espacio y de los contenidos que aquí se alojen. Algunos llegarán de rebote, otros vendrán de vez en cuando. Algunos seguirán un canal o usarán alguna de las herramientas. Algunos estarán interesados en todo lo que se publique e incluso unos pocos se suscribirán.
Quién sabe.
Por mi parte solo puedo ofreceros contenidos originales y un punto de vista que, a veces acertado, a veces no, es ante todo el mío.
Si decides hacer uso de este espacio, bienvenido. Disfruta, aprende, comparte y, ante todo, critica, opina. Pide, y en la medida de mis posibilidades haré lo que esté en mi mano para satisfacer vuestras peticiones.
Si has decidido que no merece la pena seguir perdiendo tu tiempo con los desvaríos de otro periodista… Lo siento. Siento no haber sido lo suficientemente interesante o atractivo. Afortunadamente, como decía al principio, la red está llena de fuentes.
Elige las tuyas:

Por qué leer a Vectart

 

No lea usted a Víctor Caballero