Una de las lecciones más tristes de la historia es esta: si se está sometido a un engaño demasiado tiempo, se tiende a rechazar cualquier prueba de que lo es. Encontrar la verdad deja de interesarnos. El engaño nos ha engullido. Simplemente es demasiado doloroso reconocer, incluso ante nosotros mismos, que hemos caído en un engaño. Cuando se da poder a un charlatán sobre uno mismo, casi nunca se puede recuperar.

Carl Sagan, El mundo y sus demonios

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